Un gran obstáculo para la evaluación y regulación de la
tecnología médica es la escasez de evidencias clínicas y económicas
disponibles, incluso de datos epidemiológicos (Estudio de las causas de la aparición, de la desaparición o de
la propagación de las enfermedades)
considerados como rutinarios para realizar, por ejemplo, estudios de
costo-efectividad. A pesar de la creciente difusión de la tecnología médica y
de sus implicaciones profundas, existen pocas investigaciones sobre sus costos,
beneficios y grado de accesibilidad.
Cualquier evaluación socio - económica de una tecnología
médica debe sustentarse en dos principios básicos de los servicios de salud:
primero, el acceso a la atención sanitaria, y segundo, el objetivo de los servicios
de salud es maximizar el impacto sobre la salud de la población con los
recursos que la sociedad coloca a disposición de dichos servicios.
El uso de la tecnología médica puede ser:
·
Apropiado
El método, basado en la síntesis de la evidencia científica
y en opiniones de expertos, consiste en establecer en qué circunstancias
clínicas específicas, la aplicación de una tecnología puede ser apropiada.
·
Inapropiado
Se han identificado cinco razones que ayudan a comprender
por qué, en algunas circunstancias, el uso de la tecnología puede ser
inapropiado:
a) Si es innecesario, es decir, que el
objetivo deseado puede obtenerse con medios más sencillos.
b) Si es inútil, porque el paciente está en una situación demasiado avanzada para responder al tratamiento.
c) Si es inseguro, porque sus complicaciones sobrepasan el “probable beneficio”.
d) Si es inclemente, porque la
calidad de vida ofrecida no es lo suficientemente buena como para justificar la
intervención.
e) Si es insensato, porque consume
recursos de otras actividades que podrían ser más beneficiosas.
Los resultados de la aplicación de
la tecnología médica pueden expresarse en 5 términos diferentes:
·
Eficacia.
Es el efecto producido en la variable a evaluar cuando la
intervención se es aplicada en condiciones experimentales o ideales.
·
Efectividad.
Es el resultado obtenido cuando el procedimiento se aplica
en condiciones habituales, por la generosidad del sistema, en la organización
real, con los medios disponibles, y sin seleccionar a los pacientes, es decir,
en la práctica real día a día. La medida de efectividad, como en el caso de la
eficacia, se expresa en unidades como casos diagnosticados, vidas salvadas,
años de vida ganados, etcétera.
·
Utilidad.
Es la calidad de vida que se oferta al paciente. Cuando se
aplica una tecnología se busca es el bienestar, es decir, la calidad de vida
que se gana y el tiempo que mantendrá esa calidad de vida por el hecho de
haberle aplicado dicha tecnología.
·
Beneficio.
Los resultados obtenidos son los beneficios. Su limitación
más importante es la dificultad y en muchas ocasiones, la imposibilidad de
traducir los resultados de una intervención en unidades monetarias.
·
Excelencia.
Es la obtención de los mejores resultados con el mínimo de
gastos posibles para satisfacción, tanto del paciente como del personal de
salud, al realizar correctamente la tarea que corresponde y ahorrar recursos
que puedan emplearse en producir nuevos servicios.
Jhonatan Andrés Zuluaga
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